20.6.05

pre-juicio

En horas, la batalla.
Es el tiempo de convertir mi gesto simbólico en un teatral acto.

No obstante calculado, me siento experimental en este nuevo ataque a la máquina.

Anticipo el escenario: una sala gris, fría, carente.
Intuyo los personajes: sonrisas metálicas acechando.

Nada espero, todo puede llegar: podría fundamentarse un tratado sobre elementos psicológicos de la estrategia basado es este aforismo.
Mi estómago piensa diferente; las punzadas son el anticipo de un escalofrío placentero… denotan la invisible presencia del ánimo victorioso, ah… la jodida expectativa esta ahí, innegable, afilada.

Mucha mierda!