3.6.04

Vanidad

Una de las esencias de mi padre es su intención de distinción.

Cuando mis hermanos y yo todavía vivíamos juntos, él fomentó la leyenda de nuestro apellido. jariego era un atributo distinguido, exclusivamente nuestro, representativo de la familia –un apellido diferente para una familia diferente–. Mientras conservé la ingenuidad pude creer en muchas cosas, incluso en esta arriesgada historia.

Hace ya un tiempo que Google demostró la falacia de nuestra leyenda familiar. Jariego es un apellido poco común pero, desde luego, no nos pertenece como tal.

La vida es extraña. Nunca tuve una relación especial con mi padre pero últimamente todo cambia a mi alrededor y mis sentimientos por él se hacen más fuertes. El desconoce Google y, por supuesto, sigue creyendo en su propia leyenda: forma parte de su esencia, de su torre de marfil. Pienso, además, que ése mirar su propio mundo le impide creer en mi apuesta por la escritura. Pero no importa.

He decidido regalarle su propia historia.
Conquistaré jariego para él, elevaré mi web a la primera posición en Google. Construiré una realidad a la medida de su dandysmo.

Es el tipo de cosas que se hacen por amor.