13.7.04

Irrefrenable

La vida es sexo.

Bien, es cierto que hay especies asexuadas, pero no tengo pretensiones exhaustivas...

Con otras palabras, se folla por doquier.
Por encima de primitivas religiones, por debajo de dogmas disfrazados, por detrás de vanas castidades; se folla.

Y cuando algunos Iluminados predican la abstinencia como método anticonceptivo, los Genes se pegan una juerga a la salud del sabio pacato. Tristemente, en esta fiesta sólo puede haber perdedores: casi siempre mujeres –adolescentes– que hipotecan su futuro por la ignorancia inducida. Porque abstenerse no se abstiene ni dios –del que, como sabéis bien, todavía no he hablado– que sin duda creó el universo en un acto masturbatorio de calibre cósmico.

Así que, cuando el Títere Blanco o el Gran Fundamentalista hieden por su boca, tened por seguro que el verdadero mal se extiende un poco más por el mundo.
Porque tal vez no seamos libres –una enorme cuestión para la filosofía; o quizá, en breve, para la genética– pero no tenemos necesidad de añadir cadenas a nuestras imposibilidades ontológicas.

Por tanto, más que decir follemos –tampoco hay intención proselitista–, diremos follaremos.

[Post in Condón.]