Rito
[Habitación penetrada de tinieblas.]
El altar embellecido con sábanas negras –satén–.
Ella; observada.
Firme en sus cuatro pilares, levanta la cabeza; la pared es negra.
Siente la mirada, lenta sobre su cuerpo.
Crepita la piel; llama blanca que prende con el ávido zoom.
Ella; preparada.
No necesita cerrar los ojos para humedecerse; la pared es negra.
Siente a la bestia, su ávido aliento.
Recibe la firme obliteración; arde su recto.
Ella; entregada.
Firme en su sacrificada creencia sobre el orgasmo, relaja aún más el esfínter; cierra sus bellos ojos negros.
Siente el vigor, lento hoza su interior.
Goza las contracciones, lujuriosamente; renueva su fe.
Se agota jadeando el nombre de su amante –satán–.