27.4.05

Procaz

Finalmente, he demandado a la CAM.
Se trata, esencialmente, de un nuevo corte de mangas a la zorra metálica.

El objetivo está perfectamente definido: succionar recursos que financien mi programa artístico el máximo tiempo posible; se trata de una estrategia eurística –oh, me acabo de inventar otra palabra!–

Por supuesto, no cuento necesariamente con la victoria en este caso, pero y el delimitado gesto simbólico, no resultará bello en sí mismo?

18.4.05

Instante

Las velas doran el rostro, fervientes.
Colores naranjas, brillo en el iris, en la sonrisa, suave tempo.

La luz fluctúa.
Desvela la inagotable variedad de esencias en el mundo.

Cuando la llama arde de golpe, el naranja es un estallido.
Risa trémula.

Miel oscura, lenta hipnosis, un derretirse lejano, fluido tempo.
Esa cerveza se decanta espesa, admirable.

9.4.05

Droga

Ambos sabemos; resulta horrible.
Todo es sucedáneo; existencia abotargada.
No parece que funcionemos separados.

Quiero mi sangre saturada, preludio de éxtasis.
Quiero, por supuesto, al propio éxtasis.
Ningún descenso…
quiero elevarme en tu esencia por encima de lo prohibido.

Este cansancio de mierda aturde.
Dónde cojones están los bellos colores?
[Antes llegaría al crimen que volver al tedio.]

Cambio el switch.
No se trata de quiero. Ahora va a ser.
La distancia que nos separa desaparece en las venas.

5.4.05

Rapsodia

Descubro mis colmillos, siento latir la vida en mis encías.

Nada de lo que hago tiene sentido externo; mi devenir es íntima expresión.
Tus ojos verdes fueron un verso. El tiempo –ese extranjero– escribe en otra lengua; mañana siempre resulta diverso a lo esperado.

Estas canciones que fluyen por mis venas van a matarme; la clepsidra gotea sangre; fulgores violetas se desvanecen, infieles; el cielo se llena de estrellas negras; la conjunción ha terminado.

Mi narración se entrevera con líneas de vida; alumbro la obra de arte más moderna.
Algunos me veis sin dejar de advertir con justa sensibilidad que plasmo la pura esencia del vértigo, autenticidad descarnada.

El amor en Madrid está muerto; la noche permanece.
El color de la ciudad simula tonos intensos, desesperados por parecer vivos.

Noche, existencia, presente, todo me pertenece.
Descarnado hasta la misma esencia, puedo latir como quiero, o tal vez como soy.
Realidad y sueño equiparan colores, hundo mis dedos en ambas materias y pinto el cuadro más extravagante.

Estas plasmaciones, la sensación cenital, el amor que siempre es infiel –mercurio–, me llevan una y otra vez a las reflexiones sobre el suicidio. Vislumbro la incomprensible alquimia en el creador, arte y destrucción amalgamados.

Pero qué insoportable la mirada en el espejo… no sé quién eres, hay una burla despreciable en esa mirada cansada, llena de tristeza… no soporto mirarte, algo se escapa, elude, aburre, nadie se reconoce del todo pero tus ojos también son la noche, dolor, y sí, sueñan y se engañan y deben amar el olvido para no terminar…

Es la ausencia de putos modelos la que me hace ser dios.
El universo entero – también– fluctúa con mis latidos.
Susurro al suicida: no es bueno sentir este momento?

[La sonrisa nihilista no puede reflejarse en el espejo asesinado.]

gota a gota
la clepsidra se vacía…
apura!

3.4.05

Nota de prensa de la resistencia

Lamentamos profundamente la irreparable perdida; su putrescencia creciente era la perfecta imagen simbólica de esa institución decadente y obsoleta.

Por lo demás, recomendamos encarecidamente desconectar todos los medios de comunicación; pronosticamos una avalancha de enervante falsedad.