12.5.06

Orbita(s)

Ahora vivo con la determinación feroz de mi anti-gravedad brillando como mil soles emergentes. Cada paso dado en los últimos años suma en mi fuerza. Tu vida no tiene que ver con la mía pero cruzaremos estelas, hombre-máquina. Al final del camino nos espera lo idéntico pero no llegaremos del mismo modo ni viviremos igual; hace mucho que no siento miedo.

Cuesta describir la densidad del tiempo en esta trayectoria: un año podría ser una vida. Así, esta noche llena de música -piano favorito; esencia paralela- es cálida y no está muerta; mañana nos follaremos, promesa de éxtasis: en tus múltiples aromas, en tu piel deliciosa, en nuestros ávidos sexos rozagantes.

No existe una literatura de la felicidad; es sencillamente imposible escribir sobre algo resbaladizo y traicionero que utiliza cada paso propio para reírse el doble y más negro en la caída; Felicidad: la puta más cara. Pero quizá es justo eso lo que queda por escribir; quizá es justo lo que escribo, del modo más ambiguo, eso sí, estilo después de todo!

Esta noche -como otras- está drogada, fluye en mis venas; habrá orgasmos.