24.9.04

Fotografías

Produce desasosiego la congelación del tiempo.
Atracción-repulsión de modo simultáneo-paradójico.

Aquellas imágenes -plagadas de muertos- supuestamente forman parte de mi pasado; son inquietantes.
Ese espasmo -vertiginoso- que parece devolver la mente a un instante también muerto, no deja de ser atroz.
Me miro -aunque quién a quién?- y siento morbo de no ser yo; vértigo incognoscible.

Tu tampoco sabes quién soy.


21.9.04

Volición

Estos días se disfrazan de transición.
Por mis venas circula una sangre con poso de desidia.
La sensación de que algo ocurrirá se hace crónica.
El tiempo se desvanece sin novedad apreciable.

Entonces vuelvo a llamar a mi amante.
Me arropo en su seducción buscando trocar los días venideros.
Cierro los ojos, dejo que lama mis labios, que folle mi esencia.
Mis dedos presienten las próximas palabras.

Debo aniquilar los restos de dudas, aplastar al niño que escribe artificios.
Mi algo –que amenaza con marchitarse sin haber florecido– debe ser transformado en arte demoledor; superación de la impotencia.

Voy a asesinar al diletante.

18.9.04

Cintilan (blogesía)

desde el final del tunel del tiempo
mirada neta, sin complacencia
sus ojos desde el albor consciente
negros, penetrantes, constituyentes

14.9.04

Masturbación

(Ritmo)
... constante…
... crescendo
... frenzy!

Pero desata el orgasmo una sugerente imagen y, más precisamente, una idealización: la posesión de la mujer que gatea lasciva y sumisa en la fotografía.

13.9.04

Voces II

Voz prudente, conservadora y aburrida –tanteando–: ya era hora que volvieras a la CAM.
Resto de voces –absolutamente perplejas; al unísono–: pero de qué hablas?
Voz prudente, etc., etc. –intimidada–: tienes que trabajar...
Voz ambiciosa –implacable–: sabes que la CAM es una tapadera...
Voz proyectante de las más radicales fantasías: y algún día, como tal se explicará en nuestra biografía.
Voz ambiciosa –implacable; con dureza–: lo cual es absolutamente irrelevante.

10.9.04

Vívelo

Hay un minuto en la noche en que el silencio suena alucinatorio.

9.9.04

Sombrío

Aquel hombre, solo, siente cercana la muerte.

Sus pensamientos son un cuadro de dolor, frustración y abatimiento. Trazos rasgados expresan una vida cuyo sentido fue la ausencia del mismo. Y le resulta imposible saber en qué momento del camino se perdió.

El dolor del mundo, se dice a si mismo, moviendo la cabeza.

Quisiera tener un cigarrillo, o cualquier cosa con que matar sus últimos latidos.

8.9.04

P2P: verdaderamente clásico

Creo que el poder es adictivo.
Y la sociedad, en conjunto, conservadora.
Son elementos del caldo represor en el que vivimos.

Pero también creo que la innovación en el mundo, que nos lleva a un avance a ciegas –y qué importa–, es imparable: forma parte de la esencia misma de lo que somos.

Y así, asistimos a una eterna obra de teatro que se representa por ciclos a lo largo del tiempo -con adaptaciones, claro está-, nos regocijamos con la apasionada irracionalidad de juicio de los ignorantes, nos estremecemos con la fuerza bruta del poder, nos entretenemos con el romanticismo de los piratas, nos sonreímos con la pasividad del ciudadano medio... y, piano piano, llegamos al último acto, el más corrosivo -al menos para mi mente- que trata, justamente, de cómo la máquina integra en sus engranajes aquello que durante un tiempo fue escándalo y transgresión.

7.9.04

Adicto

Puedes perforarme la piel.
Mis venas se abren a recibirte.
Mera necesidad al olerte.

Estuve fuera...
me enamoré de Oporto –mi ambigüedad–
Lisboa –siempre mujeres–
otra vez fueron Roma y Venecia –trío, sueño, multiplicidad–
Pero tú... tú... ah...

Tú me haces daño.
Y no es que te sea fiel ni te ame.
Más bien sin ti no vivo.
Eres mi esencia enferma.
La noche más negra.
Sabor dulce veneno.
Agua fuego asfixia.
Vamos... qué esperas... perfora mi piel... entra en mis venas...

6.9.04

Sin noticias de Money

Money andaba trastornado durante el verano.
Dura filosofía y calor aberrante resultó una combinación arriesgada para su mente de mono.
Su ambición de escribir una obra de teatro –profundamente simbólica, me decía– me tenía perplejo y preocupado –también interesado, para qué negarlo–.
Luego, superó la fiebre y parecía tranquilo.

El caso es que, bueno, ahora, me resulta increíble pero... se ha marchado!
Ninguna nota, ninguna explicación.

Mi regreso a la CAM no se produce hasta la semana que viene; Money es mi baluarte allí... no puedo ni imaginar enfrentarme al horror sin su presencia...

el horror...